viernes, 1 de agosto de 2008

Cómo superar la melancolía de invierno


Fui a la clase de correr el otro día. Como fui caminando, noté qué oscuro que estaba y qué vacío que parecía nuestro lugar habitual para correr. Y como estaba mirando a mi alrededor, me sentí un poquita desanimada. Es decir, iba para allá cerca de las 7:15 para nuestra clase a las 7:30, y estaba reeee oscuro.

Cuando estaba llegando, le tiré algo muy inteligente a mi amiga, algo como “¡Che, está re oscuro!” Recibí una respuesta que fue igualmente inteligente, “¡Sí Jen, es invierno!” No había más remedio que reír.

Sabés que después de 32 años de pasar inviernos, pensarás que estoy acostumbrada a eso, pero no lo estoy. No es que no sepa que esto va a llegar, pero cuando es pleno invierno, siempre suelo notar qué poquita luz hay.

Después de preguntarle a mi amiga cuánto falta para la primavera y darme cuenta que tenemos otro 2 meses más, decidí que necesito pensar en algo para superar la melancolía de invierno. Después de lanzar algunas ideas posibles, pensé en la solución perfecta, algo para darle más brío a mi paso – decidí a ir al shopping. (-:

Ahora, todos los negocios están teniendo liquidaciones para deshacerse de la ropa de otoño e invierno. Esto significa que literalmente todo está en oferta. (¡Me encanta esa palabra!) Y ya que quedan 2 meses más de invierno, pensé que iba a tener mucho tiempo para ponerme mis cosas nuevas.

Decidí a ir al Alto Palermo donde pude, en una corta cantidad de tiempo, mirar tantas vidrieras como era posible. ¡Ah, fue todo una experiencia! ¡No fui la única chica que pensó en esta idea! Fui el lunes y los negocios estaban llenos – llenos de mujeres que estaban probándose cosas y de hombres sentados con caras suplicantes que decían: “¿Cuándo nos vamos?”

Para no deambular sin propósito alguno, sin saber lo que estaba buscando, decidí hacer shopping para una cosa en particular: las botas. Me encantan las botas nuevas, especialmente las botas largas; te levantan el look.

Después de ir a casi todos los negocios para zapatos, encontré poco de lo que estaba buscando – el estilo, color y forma perfectos. Pienso que probé 6 pares de botas, incluyendo, por ejemplo, el mismo par en diferentes talles. Justo cuando el vendedor empezó a hacerme bromas, encontré el que iba a ir conmigo. Pensé: sabés qué golazo cuando camines por la tienda llevando las botas y todas las chicas paren, se queden mirando y digan a los vendedores “¡Quiero probar esos!”

Y ahora, mientras miro mis pies con mis largas botas, sin tacos, de cuero, con brillo, me digo a mí misma….¿Melancolía de invierno? ¡Qué melancolía de invierno! ¡Me encanta el invierno!

2 comentarios:

Daniel dijo...

"I shop, therefore I am."

Jennifer Albright dijo...

¡Estoy de acuerdooooooooo!